Hyundai Tucson 1.6T Limited H-Trac 7DCT: Cambios radicales

Nos pusimos al volante de uno de los lanzamientos más esperados de este año. Nos referimos a la cuarta generación del Hyundai Tucson, un SUV del segmento C, que llega al mercado chileno con una propuesta realmente diferenciadora en el segmento en diseño, equipamiento y seguridad, pero también con un precio más alto.

Este SUV ha dejado huella tanto a nivel internacional y local, prueba de ello es que desde 2004 a la fecha se han comercializado más de seis millones de unidades, de las cuales 61 mil ejemplares se vendieron en Chile.

El nuevo estilo exterior de Tucson expresa la identidad de diseño de Sensuous Sportiness en evolución de Hyundai. El nuevo SUV encarna lo que sus diseñadores denominan «Dinámica paramétrica» ​​con detalles cinéticos de superficie similar a una joya que enfatizan la identidad distintiva de Tucson dentro de su segmento.

Cabe consignar que el lenguaje progresivo de este nuevo SUV se inspiró en el concept car Hyundai Vision T, presentado con gran éxito en el salón AutoMobility de 2019 en Los Ángeles, EE.UU.

Somos sinceros, si el anterior Tucson nos ofrecía un diseño carente de emoción, el nuevo es todo lo contrario. Pese a que estuve en cierto grado sorprendido, frente a la radical ruptura en lo que a líneas se refiere, el nuevo Tucson luce mucho más elegante en persona, donde quedamos sorprendidos por el efecto de sus luces LED en cascada, en la parrilla, que le dan un efecto muy vanguardista, sumado a la presencia de luces binivel, donde las principales están dispuestas de manera vertical, que otorgan mayor robustez y anchura a esta zona del SUV coreano. Más abajo encontramos una toma de aire extra sutil, en cuyo centro se ubica uno de los radares que controlan los sistemas ADAS de asistencia al manejo, sin olvidar la presencia de un sutil difusor inferior central.

De costado, presenta los clásicos revestimientos en polímeros de los bajos, junto con transmitir una impresión de poderoso movimiento hacia adelante. El capó largo y la línea del techo nivelada, junto con una distancia entre ejes larga y voladizos cortos, reflejan un carácter dinámico listo para cualquier cosa. Los ángulos y bordes geométricos nítidos crean un contraste sorprendente entre una silueta elegante y líneas de cuña masculinas. La línea cromada que comienza en los espejos laterales (que presentan un elegante detalle en cromado opaco) sigue el arco de la línea del techo con un ancho creciente y transmite sutilmente la sensación de movimiento a medida que alcanza el pilar C.

El tema de diseño cinético se extiende hasta la parte trasera, donde las luces de cola de ancho completo incorporan formas triangulares medio ocultas, y que solamente se hacen visibles cuando se iluminan. Un toque futurista lo da la luz LED superior que recorre todo el ancho de la carrocería. A fin de lograr la pureza de este tema de diseño, el logotipo de Hyundai ha sido elevado y se integra en vidrio posterior (se acabó la fiesta para los amigos de lo ajeno que hurtaban el logo), mientras que el limpiaparabrisas trasero está oculto en el spoiler que preside el portalón trasero. No se aprecian salidas de escape a la vista.

En lo que a dimensiones se refiere, es preciso aclarar que Hyundai comercializa a nivel global el Tucson en dos batallas: larga y normal. La primera de ellas es la que conoceremos en Chile, que tiene las siguientes cotas: 4.630 mm de largo (+155 mm); 1.865 mm de ancho (+15 mm) y 1.665 mm de alto (incluye los rieles de techo, siendo 10 mm más alta que su predecesora). Su batalla aumentó en 85 mm, llegando a los 2.755 mm. Nuestra versión de prueba empleaba neumáticos Nexen Roadian GTX de medida 235/55 R19 con llantas de aleación con cinco rayos, cuyo motivo emula una especie de turbina. Importante es señalar que la rueda de recambio es de tamaño completo con llanta de aleación incluida.

Si el exterior del nuevo Tucson representa una auténtica revolución, su interior elegante, futurista y muy bien terminado, lo sorprenderá todavía más. La presencia de un cuadro de instrumentos digital sin bordes, detalles elegantes como los aireadores que parecen envolver la cabina a lo ancho en la parte alta del salpicadero, la presencia de materiales con excelente ajuste. Un volante de excelente tacto, con un aro más pequeño que lo normal, es regulable en altura y profundidad.

El salpicadero dispuesto en una suerte de doble altura, que oculta un innovador sistema de modo de aire múltiple difunde el aire frío o caliente de manera suave e indirecta para que no sea tan chocante para la piel de los ocupantes de las plazas delanteras.

Nuestro Tucson de prueba, prescinde del tradicional selector de la transmisión y el freno de mano, siendo reemplazados por una botonera selectora de marchas, además de contar con un cuadro de instrumentos completamente digital de 10,25″, sumado a la presencia de un sistema de audio Bose de primera calidad, además de un sistema de infoentretenimiento con una pantalla táctil también de 10,25″, compatible con Android Auto y Apple Car Play.

Eso sí, nos hubiese gustado que los mandos del climatizador, contasen con mandos con hendiduras, por cuanto resulta algo complejo manipularlos sin tener que apartar la vista del camino.

Más abajo encontramos dos puertos USB y un cargador de 12 voltios. Inmediatamente al centro de la consola, entre ambas plazas delanteras se alzan los comandos de la transmisión y los dos posavasos, junto a una serie de botones para calefaccionar o ventilar los asientos delanteros, control de descenso, encendido o apagado de los sensores de proximidad (delantero y trasero) y vistas de la cámara de retroceso.

En las plazas delanteras, la comodidad que otorgan a sus ocupantes es la esperable, tomando en cuenta que nuestro Tucson de prueba venía con asientos de cuero, regulables eléctricamente y con memorias del lado del conductor. Sin embargo, es en las traseras donde se manifiesta el crecimiento en espacio interior que ha experimentado esta camada, donde los 85 mm adicionales de distancia entre ejes, se traducen en abundante espacio para las piernas. Incluso el hecho de contar con techo corredizo panorámico, aumenta la sensación de amplitud y luminosidad del habitáculo. Destacable es el hecho de que los respaldos de los asientos traseros sean reclinables. Aún cuando cuenta con salidas de aire traseras, extrañamos la ausencia de un par de puertos USB adicionales, en el entendido que una familia viaje con niños.

Tampoco podemos dejar en el tintero, el excelente espacio disponible en su portaequipajes que cuentan con cubreequipajes, apertura y cierre eléctrico del portalón, ganchos de amarre de carga. Su volumetría es de 582 litros sin abatir los respaldos traseros, que aumenta a 1.903 litros si los abatimos, con un espacio casi completamente plano.

En términos de manejo, el nuevo Tucson ofrece una calidad de manejo correcta, con un habitáculo muy bien aislado, que, dada su vocación familiar, privilegia el confort de los ocupantes. Su corazón corre por cuenta de un nuevo motor perteneciente a la familia Smartstream 1.6T GDi Turbo con 178 Hp de potencia y 265 Nm de par, acoplado a una nueva caja automática de doble embrague con siete marchas y sistema de tracción 4WD H-Trac. Este bloque es exclusivo del acabado Limited. Se siente dinámico, y ofrece una buena capacidad de aceleración, sumado a un buen tacto de dirección, pero que se siente más comunicativa en el modo Sport, respecto de lo que está pasando bajo las ruedas delanteras.

Las versiones 4WD disponen del sistema H-Trac, monitorea permanentemente las diferencias de velocidad de giro de las cuatro ruedas, distribuyendo torque a las que correspondan o incluso frenándolas con el fin de mantener la tracción óptima y estabilidad direccional del vehículo. Adicionalmente dispone de cuatro modos de manejo: Eco, Sport, Normal y Dinámico.

Por último, y no menos importantes es destacar que el buen nivel de su equipamiento de seguridad, que de serie considera:

En el ítem de seguridad, todas las versiones cuentan con:

Las versiones Limited disponen del sistema de asistencias al manejo (ADAS) que Hyundai denomina como “Smart Sense” (SS), que consta de cinco ayudas:

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