MINI Cooper SE Iconic: Continua con la tradición apostando por la innovación

MINI de la mano de su nuevo representante en Chile, durante este año ha dado claras muestras de la renovación de su catálogo de productos. Sin duda que uno de los principales, tuvo lugar a mediados de este año, con la presentación de su primer modelo totalmente eléctrico, que la marca denomina como Cooper SE, él que pudimos experimentar durante un fin de semana de septiembre.

MINI, con el paso del tiempo ha ido diversificando su gama, pasando por modelos muy específicos como el Clubman u otras variantes que no han tenido muy buena recepción de parte del mercado como los recordados Coupé o el Roadster, los que contrastan con el éxito logrado por las clásicas variantes hatchback de 3 o 5 puertas o el Countryman.

Haciendo un poco de historia, fue en 2008, que la marca presentó el MINI E, basado en el modelo predecesor del actual MINI de 3 Puertas. Aproximadamente 600 ejemplares fueron producidos y utilizados en una prueba de campo bajo condiciones de la vida diaria. Esta prueba tuvo una función central para abrir camino para el desarrollo del BMW i3 que comenzó a trazar el camino de la electromovilidad del Grupo en 2014.

En 2018, con motivo del Autoshow de Nueva York, la marca mostró un MINI eléctrico clásico. Con este vehículo, la marca envió una clara señal demostrando su compromiso de conservar el carácter inconfundible de la marca mientras que abraza una innovadora tecnología de cero emisiones.

El actual MINI SE comenzó a escribir su historia en 2017 en el Salón de Frankfurt, cuando se presentó el primer conceptual, del que deriva este modelo, cuya fabricación arrancó en noviembre de 2019 en la planta de Oxford, pero cuya puesta en venta comenzó el año pasado.

El nuevo MINI Cooper SE es el primero de varios otros modelos que se espera la marca sume a su portafolio en el mediano a largo plazo. No olvidemos que MINI anunció que para 2030 se espera que toda su producción esté centrada en tecnologías sustentables.

Al verlo en vivo y en directo, lo primero que llamó nuestra atención es el parecido que tiene con homólogo de combustión interna. Vemos la clásica configuración de hatchback compacto de tres puertas de dimensiones acotadas, las luces traseras muy particulares en su configuración interna Union Jack. En pocas palabras un auténtico MINI, pero con detalles diferenciadores, que hablan del prolijo trabajo realizado por el departamento de diseño.

De partida su frontal presenta un nuevo paragolpes con cortinas de aire dispuestas verticalmente en ambos extremos, como una forma de potenciar las mejoras aerodinámicas. La zona central muestra su tradicional calandra de diseño hexagonal, pero ahora cerrada y con la clásica S, pero en amarillo. Va flanqueada por las clásicas luces circulares full LED adaptativas con un fondo negro.

De costado luce como un real MINI de tres puertas, pero presenta una serie detalles en color “Energetic Yellow” o amarillo fluorescente, que se aprecian en:

Otros detalles advertibles al verlo de perfil, son que la tapa del depósito de combustible, la que fue reaprovechada para instalar una toma de recarga con dos tapas: una para carga normal y otra para carga rápida.

Por detrás, vemos que el parachoques trasero fue rediseñado, luciendo más ancho y dinámico. En la zona inferior izquierda del portalón trasero, encontramos la llamativa insignia en amarillo que se asemeja a un conector de enchufe, que nos habla acerca de que estamos en presencia de un modelo electrificado.

Sus dimensiones siguen siendo casi las mismas del modelo convencional: 3.850 mm de largo; 1.727 mm de ancho, mientras que su altura aumentó en 18 mm, hasta los 1,432 mm, que se explican por el espacio que ocupa sus baterías en forma de T (que se ubican bajo el asiento trasero y entre los delanteros), con tal de no restarle espacio al portaequipajes, que mantiene su volumetría en 211 litros, ampliables hasta 731 litros. Su batalla se mantuvo en los 2.495 mm. Su despeje llega a los 128 mm.

Puertas adentro, aquellos aprensivos que esperan encontrarse con un habitáculo radicalmente diferente de lo que hayan visto en un Cooper S convencional, debemos decirle que los cambios se remiten sólo a detalles muy menores de orden estético, con todo lo favorable que eso tiene.  

Presenta elementos diferenciadores, como las terminaciones MINI Electric con reflejos de color amarillo en la tira decorativa del bisel de las puertas, manillas de las puertas, pulsador de encendido del motor, además de superficies inferiores en Piano Black.

El cuadro de instrumentos es completamente digital sin borde de 5,5″, sin tacómetro por tratarse de un auto eléctrico, pero que muestra informaciones útiles para quien lo maneja, como son: las funciones de potencia entregada por el auto en sus distintos modos de manejo. Tenemos dos indicadores: uno de la carga de la batería con la autonomía y otro que nos indica la regeneración de carga

Un segundo display con cualidades táctiles de 8,8″, alberga el sistema de infoentretenimiento, compatible con Apple Car Play junto con un navegador GPS. Resulta muy interactiva, puesto que la esfera que la delimita cambia de color, ya sea al ajustar el volumen del sistema de audio, ajustar el climatizador, entre otros.

Inmediatamente debajo, encontramos los mandos del climatizador bizona digital, con tres diales circulares en negro piano black con bordes cromados, que lucen muy agradables a la vista, permiten de izquierda a derecha: ajustar la temperatura lado conductor, velocidad del ventilador y ajustar la temperatura del lado del copiloto. Adicionalmente dispone de asientos delanteros calefaccionados. 

Más abajo encontramos cinco pulsadores, que sirven para:  conectar o no lo sensores de proximidad, cambiar el modo de regeneración, encendido del motor eléctrico (reconocible por el color amarillo), desconectar el control de estabilidad o escoger entre los cuatro modos de manejo: MID, Green, Green + o Sport.

Luego vienen dos posavasos, un espacio algo más oculto para dejar objetos y dos puertos USB. En el túnel central encontramos la clásica palanca de cambios heredada de las versiones automáticas (recordemos que este modelo dispone de una única marcha), el freno de estacionamiento de accionamiento eléctrico y los comandos para el sistema multimedia. Entre ambos asientos delanteros hay un apoyabrazos removible, que permite dejar oculto de miradas indiscretas objetos más pequeños o nuestro teléfono.

Este MINI eléctrico viene asociado al nivel de equipamiento Iconic, que es full equipo, presentando elementos como: 

Para explorar su corazón eléctrico, basta con tirar dos veces la palanca de apertura del capó, para dar lugar a su bloque propulsor, que viene casi totalmente cubierto. Se trata de una unidad motriz eléctrica sincrónica, derivada del BMW i3s, con 184 CV de potencia y 270 Nm de par, que son gestionados por una transmisión automática de una sola marcha, que envía el par hacia el eje delantero. Su autonomía declarada es de 234 km, que se explica por sus baterías de 32,6 kWh. Nos deja cierta duda su autonomía, puesto que con un 60% de carga, el tablero nos indicaba 92 kilómetros disponibles para recorrer antes de acudir a la electrolinera

Las baterías al estar al centro del auto, hacen que tenga un centro de gravedad bajo, lo que se traduce en que sintamos el auto muy bien plantado al suelo al manejarlo, sumado al hecho de contar con una gran capacidad de respuesta: demora apenas 7,3 segundos en tocar los 100 km/h, pero su velocidad punta está limitada a 150 km/h.

Tal como se los contamos durante nuestra prueba de manejo con el MG ZS EV, una de las ventajas de manejar un auto eléctrico es el silencio de marcha, a lo que sumamos la gran capacidad de respuesta o aceleración inmediata, que sin duda hará que deje atrás en el retrovisor a los demás conductores al salir desde un semáforo y lograr los 50 km/h casi de manera instantánea (calculo que deben ser 5 segundos o menos). Incluso el ruido de fricción de los neumáticos casi no se percibe desde la cabina. Otra de sus ventajas es el bajo costo de una recarga, que puede ser de $6.000 para recorrer 200 kms, versus el costo que implica llenar un estanque del símil a combustión.

Eso sí, si usted no está habituado a manejar un auto eléctrico, se requiere cierto acostumbramiento, por cuanto al quitar el pie del acelerador, inmediatamente regeneramos y frenamos el vehículo. Asimismo, al circular en el modo de mayor rendimiento o economía de baterías (Green +) el acelerador se torna absolutamente pesado y se ralentiza al máximo la capacidad de respuesta, junto con prescindir del funcionamiento de elementos tales como el climatizador o la calefacción de los asientos. 

A modo de cierre, debemos decir que para ser el primer MINI eléctrico, la marca realizó un trabajo impecable, al tomar uno convencional y adaptarlo a la electromovilidad, manteniendo el estilo inconfundible y el sello característico del «Go Kart Feeling», sumado a un interior de primer nivel, que nada tiene que envidiarle a su hermano convencional, un reparto de peso excelente de 59% en el eje delantero y 41% en el trasero, sumado a una dirección muy reactiva y precisa, con el grado justo de dureza, pero con los inconvenientes o ligero estrés que puede causar tener una autonomía un tanto limitada y el factor precio de $, que hace que su compra sea más por temas más emocionales que racionales, además de no contar con sistemas ADAS en seguridad activa, algo esperable para autos de su valor.

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