La marca nos facilitó una de sus unidades de prueba casi dos meses después de su lanzamiento oficial y nos pasó la versión más equipada y que va de la mano con el área que buscan seguir fortaleciendo en Toyota que es la Híbrida. Probamos la versión Limited de las tres disponibles con esa motorización. Si bien adopta el look de todas las versiones, hay rasgos que la diferencian del resto.
En cuanto al equipamiento cuenta con una variada tecnología y seguridad para el confort de los pasajeros y también del conductor. Añadió más lugares para dejar nuestras pertenencias y también mejoró sustantivamente la calidad de los materiales al interior.
La RAV4 ofrece motorizaciones de 2 y 2.5 litros, con cajas manuales de seis velocidades, automáticas de ocho o CVT, además de tracción delantera o AWD. La unidad más potente es la hibrida, basada en la 2.5 pero con 219 Hp y 221 Nm de torque gracias a un motor eléctrico integrado en el diferencial trasero y de gestión electrónica. En el modelo hibrido de tracción simple, la potencia baja a 215 Hp, usando solo el motor electrico del motor frontal.
Según la evaluación que dispusimos para los vehículos a los cuales hacemos test drives, el Toyota RAV4 alcanza una nota de 6 en una escala de 1 a 7.
Porqué el 6 se preguntarán ustedes, porque simplemente el RAV4 a pesar de que cambió todo para mejor, sigue cayéndose en detalles tan simples como la incorporación de Android Auto y Apple Carplay para todas las versiones… las versiones medias si lo incorporan, pero la híbrida y la versión tope Adventure, no. Entonces esto lo hace merecedor de la nota. El resto… súper bien.
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